LA JIRAFA CARA PAJA
Erase
una vez, un zoo en el que todos los animales se llevaban muy bien entre ellos… Bueno… todos menos uno, la jirafa del zoo no se llevaba bien con
nadie, ya que continuamente estaba robando comida a sus compañeros del
zoo.
La jirafa tenía una habilidad muy grande para alargar su cuello y, mientras sus compañeros dormían, robaba
su comida.
La
jirafa, desde su parcela y con su enorme cuello, llegaba a todas las parcelas
del zoo, por lo que todas las mañanas había reunido tanta comida que no cabía
nada más en su parcela.
El
resto de animales del zoo se reunieron para buscar una solución al
problema.
Finalmente
decidieron pegar un cartel en la puerta
de la parcela de la jirafa, que dijera: “Aquí vive la jirafa cara paja, la
ladrona menos maja“.
Al
día siguiente de pegar el cartel, cuando llegaron los primeros visitantes al zoo
y vieron el cartel pegado en la parcela de la jirafa, todo el mundo se echaba a
reír, bueno… todo el mundo excepto los niños.
Los niños, al ver el cartel, le preguntaban al León que estaba en la parcela de al lado: “Señor
León, ¿qué ha hecho la jirafa?“. Y el León les contestaba a los niños: “la
jirafa es mala y nos roba la comida todas las noches…”
De
esta forma, se fue corriendo la voz entre los niños de que no debían visitar a
la jirafa porque no se lo merecía.
Pasaron
unos cuantos meses, y los responsables del zoo tuvieron que llevarse a la jirafa cara
paja de allí, ya que nadie la iba a
ver.
Así
fue como los animales del zoo se libraron de la jirafa ladrona, y pudieron
seguir viviendo felices en su querido
zoo.
FIN
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