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viernes, 26 de octubre de 2012

Quiero impregnarme de este texto todos los dias de mi vida...


Alumno. Sé un alumno. Permanece abierto y dispuesto a aprender de todos y cada uno.Ser alumno significa tener espacio interior para un nuevo saber. Cuando estás verde creces y cuando estás maduro te pudres. Permaneciendo verde, evitarás la maldición que representa ser un experto. Cuando sepas de corazón que cada persona que encuentras en la vida tiene algo que enseñarte, podrás aprovechar al máximo lo que ésta te ofrezca. La capacidad de crear realidad mágica supone en primer lugar el ser un alumno de la vida.Preparado. Sé un alumno dispuesto. Tu nivel de preparación para crecer y convertirte en tu propio hacedor de milagros no es más que un estado mental. Como alumno, sabes que todos y todo pueden de algún modo ser tus maestros. Como alumno dispuesto, ansías lo que todos y todo pueden ofrecerte. El «giro equivocado» que te lleva a un lugar nuevo e inesperado es una oportunidad para crecer. Cuando eres un alumno preparado, el extraño que te habla de cómo superó su adicción hace años se convierte en un guía que se te envía para ayudarte a hacer frente a tu propia adicción personal.
Cuando estuve preparado, preparado de verdad, para dejar atrás el alcohol, se me apareció el maestro:«No necesitas mirar más. Hazlo ahora, tendrás toda la ayuda que estés dispuesto a recibir». Yo había oído estas palabras miles de veces, pero mi falta de disposición era siempre un obstáculo.
Preparado significa dispuesto. Disposición genuina y auténtica. Cuando estés así dispuesto, descubrirás a tu propio maestro personal.
Maestro. El maestro está en todas partes. La ayuda que necesitas te será facilitada por el universo en cuanto conviertas tu preparación en disposición. En cuanto estés dispuesto, encontrarás maestros en cada rincón de tu vida.
El maestro puede muy bien ser un alma experimentada dispuesta a ayudarte y guiarte hacia los milagros que buscas. Puedes interpretar la aparición de esa persona en tu vida ahora, en el momento mismo en que estás preparado, como un accidente o una ruptura divina por tu parte. Pero, de un modo u otro, ese alma sabia ha estado siempre a tu disposición. Es tu disposición la que hace que el maestro pueda ayudarte. Los maestros aparecen bajo diversas formas.
El maestro puede ser un niño que te coge de la mano y te hace una pregunta en la que tú no habías pensado has ta ese momento, y la respuesta que le das al niño es la respuesta que te das a ti mismo.
Tu maestro puede ser invisible y aparecer en forma de un pensamiento que viene a tu mente en un momento tranquilo, de contemplación, y te anima a seguir una dirección determinada.
Cuando yo, el alumno, esté preparado y dispuesto, el maestro aparecerá. Sólo tengo que echar un vistazo en derredor, mirar con ojos nuevos y preguntarte en silencio: «-¿Quién es mi maestro?».
¡Eso es! La aparición del maestro está en todas partes y, sin él, te verás andando a tientas.
Es cierto que ningún ser humano es una isla. Estamos todos relacionados y todos aprendemos y crecemos juntos en este viaje.... Un saludo a tod@s y feliz viaje.

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